NDV.

Esperando que llegue el próximo día, una noche menos. Las 11 de la mañana, despiertas, tomas tu típico desayuno, no sabes qué hacer, te decides por ir con tus amigos, lo mismo de siempre, pasa el día, llega la oscuridad de nuevo, llamas a tu chica, le propones ir a cenar, pero no, ellas siempre prefieren quedarse mirando el mar sentadas en la arena, sin saber cómo será su tercera noche de verano, pero sabiendo que ya ha terminado la segunda.