NDV.

Octava noche de verano, el aburrimiento comienza, el verano sigue pasando, y los días se acaban. Aunque parezca triste, sí, han pasado ya ocho noches. Lo peor es que siempre seguiré una misma rutina: Me levanto, desayuno depende del estado de ánimo, veo a mis mascotas, les saludo. Voy a clase, siempre mirando el reloj, esperando que toque las 2 y media para poder salir volando, llegar a mi casa, comer, y volver a mirar mi querido blog. Por la tarde, como siempre, clases. Después por la noche comienza la calma, puedo hacer lo que más me gusta, y lo mejor, es que hay mucho silencio. Ya más tarde, cerca de las 11 me pongo los auriculares, ajusto la alarma, me duermo, pero antes, de nuevo, me vuelvo a acordar de ti. <3